
Realidad y percepción A más de tres amigos les sorprendió, por decir lo menos, que el obispo de la Diócesis de Zacatecas, don Sigifredo Noriega Barceló, reconociera que “ya le tocó” ser detenido por un retén de personas armadas que no eran ni policías ni militares ni Guardias Nacionales. O sea, que eran delincuentes…